EL CBD DESDE LA PLANTA HASTA LA CÉLULA: EL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE

Autor: Luis Miguel Lobo, 29/11/2021

El ser humano fabrica naturalmente sus propios cannabinoides, a los que denominamos como cannabinoides ‘endógenos’. La planta de cannabis sativa por su parte, genera sus propios cannabinoides, a los que llamamos como ‘exógenos’.

Tener esto claro es fundamental para entender la red multifuncional que forma el Sistema Endocannabinoide (SEC) en el cuerpo humano y cómo influye en diversas funciones del cuerpo.

Aprendamos acerca de cómo funciona realmente el cannabis y sus diversos cannabinoides (THC, CBD, CBN, CBG y más) desde que entran a nuestro organismo hasta que sentimos sus beneficios.

Células con Receptores Cannabinoides

En los años sesenta, un científico israelí llamado Rafael Mechulan, aisló tanto el THC como el CBD de la planta de cannabis.

Durante años de estudio, se dio cuenta que ambos cannabinoides tenían la capacidad de comunicarse y conectarse con varias células de nuestro cuerpo.

Pero, ¿cómo sería esto posible? Gracias a unos receptores ubicados en algunas células de nuestro organismo, llamados posteriormente como CB1 y CB2. Estos receptores se ubican exactamente en la capa exterior de nuestras células. En términos retóricos, son las cerraduras a medida de los cannabinoides, que vendrían siendo las llaves.

Cannabinoides Endógenos: Anandamida y AG2

Una vez descubiertos CB1 y CB2 surge la pregunta, ¿por qué nuestras células poseen receptores específicos para este tipo de molécula? ¿Qué razón tiene? Más adelante se hace un estupendo hallazgo: los cannabinoides endógenos, sustancias creadas por nuestro propio cuerpo.

Entre todos, hallamos como uno de los más importantes la sustancia conocida como Anadamida, y más adelante también se conoce la molécula 2 AG como un cannabinoide exclusivo del cuerpo humano.

SEC: Un sistema de intercomunicación celular

Al hacer seguimiento de la Anandamida, Mechulan se percató que esta molécula se extendía por una red de intercomunicación celular a lo largo del cuerpo. A esta red de intercomunicación celular se le dio del famoso nombre de Sistema Endocannabinoide.

El SEC está relacionado con muchos procesos fisiológicos y autoregulatorios de nuestro cuerpo, como: la temperatura, apetito, sueño, control del dolor, pH y el nivel de glucosa en la sangre.

En pocas palabras, este complejo sistema permite una comunicación favorable entre las células de nuestro cuerpo y por ello, favorece el equilibrio entre las diferentes funciones biológicas. A este proceso se le conoce científicamente como Homeostasis.

Si fabricamos cannabinoides propios, ¿por qué consumir los del Cannabis?

Cannabinoides endógenos como la Anandamida y el 2 AG se van diezmando poco a poco al pasar el tiempo. Problemas en el Sistema Nervioso Central (SNC) y el Sistema Nervioso Periférico podría disminuir la fabricación de estas moléculas, propagando poco a poco un desequilibrio entre las funciones biológicas de nuestro cuerpo.

En este punto entran los cannabinoides exógenos, como el CBD y el THC. Al consumir estas sustancias, nuestras células con receptores CB1 y CB2 se nutren y activan nuevamente el SEC al máximo. Esto provoca que las células trabajen de manera más eficaz y renueven las funciones que acabamos de mencionar (apetito, sueño, etc.).

Naturalezas químicas: CBD + CB2 / THC + CB1

Aun así, la profundidad del tema no finaliza ahí, puesto que ciertos cannabinoides exógenos interactúan mucho más con ciertos receptores, debido a sus naturalezas químicas.

Por ejemplo, el CBD se relaciona mejor con el CB2, un receptor de mayor extensión por el cuerpo humano, que alcanza más órganos y sistemas que el CB1, receptor que se comunica más con el THC, y que se encuentra especialmente en el Sistema Nervioso y el estómago.

Es por ello que el CBD es de mayor uso medicinal, puesto que es capaz de optimizar el cuerpo en general, mientras que el THC solo puede alterar partes como el Sistema Nervioso Periférico y el estómago.

Por algo este último (THC) es el responsable de los “viajes” con cannabis y esa interesante sensación de apetito insaciable al ser consumido.

Aunque eso ya es tema para otros artículos ;).